Irene Almeida

Tengo 21 años, estudio Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales con mención en Periodismo.
Deseo, de verdad, que las mujeres puedan sentirse seguras e igual de libres que los hombres, ni más ni menos. Que los piropos, los silbidos, un saludo malintencionado, etc. dejen de verse como algo “normal” o como un “halago”, realmente nos incomoda a todas. Este proyecto será una puerta al cambio.
Ana Luisa Vallejo

Soy Jefa de Marketing Social en el Municipio de Guayaquil. Siempre estoy ayudando a los más necesitados y este es un proyecto en la cual las víctimas son las mujeres, no importa el nivel socioeconómico.
Ashley Avilés

Tengo 24 años y estudio Comunicación Social con mención en Relaciones Públicas. Actualmente estoy trabajando como ejecutiva de cuentas en una agencia digital.
Quise participar en este proyecto porque quiero hacerles entender a los hombres que no son los dueños de las calles; y que no pueden ver, tocar o decirles los que les da la gana.
María Celeste Buday

Tengo 24 años. Estudio Gestión de Recursos Humanos en la Universidas Casa Grande. Actualmente estoy trabajando como Analista de Desarrollo en Pica Plasticos Industriales.
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Escogí este tema porque me gusta trabajar en el empoderamiento femenino. Además, considero que este es un social de emergencia que, lastimosamente, las personas han normalizado. Con este proyecto espero lograr que las mujeres se den cuenta que el acoso callejero es una forma de violencia y que aprendan a valorar la dignidad que tienen.
Dina Fernández

Soy estudiante de último año de Periodismo. Actualmente trabajo como Copy Editor y Community Manager en la agencia de marketing digital, Altitude.
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Decidí formar parte de este proyecto, porque quisiera que todas las mujeres en Guayaquil tengan la libertad de salir a las calles sin sentirse inseguras.
Luciana Huerta

Tengo 23 años y estudio Gestión de Recursos Humanos. Actualmente me encuentro haciendo pasantias en el área de Talento Humano en la empresa #1 de medicina pre pagada del país.
Quise ser parte de este proyecto porque el acoso callejero es una realidad que vivimos todas las mujeres a diario y que se ha llegado a normalizar por la sociedad, con lo que cual no estoy de acuerdo y pienso que las mujeres no tenemos porque tolerarlo.